Malestar de la clase media

Recibimos por correo la siguiente nota de opinión de Eduardo Dicola*, la comparto con ustedes:

La clase media, media acomodada y alta del mundo occidental deberá entender que en el marco de la crisis internacional en que se encuentra Europa y buena parte de occidente, no le queda otra alternativa que convivir con el “malestar”.

Es lamentable que un número importante de dirigentes de distintas extracciones sociales, empresarios, sindicales, políticos opositores, por falta de comprensión de la realidad o mezquinos intereses, no adviertan que para esos sectores acomodados no habrá políticas ni gobiernos cualquiera sea su sustento ideológico y estilo que evite la “molestia”, por la simple razón que estamos inmersos en una crisis sistémica dentro del neoliberalismo. 


Que no comprendan que deberán convivir con el “malestar” que les produce la protesta social permanente, en expansión y en muchos casos violenta; o en su defecto con el “malestar” que le provocan los gobiernos –como el de nuestro país-, que en aras de consolidar un orden más equitativo y generar un esquema defensivo frente a la crisis internacional, toman medidas y decisiones que los “incomodan”.

En las actuales circunstancias no es ni será posible para estas clases sociales continuar usufructuando beneficios en un marco de estabilidad y paz social, como ha venido sucediendo en las últimas décadas en la Eurozona y en algunos países del norte de Africa, Chile, etc. solo para citar algunos ejemplos.


Como ya señalé, a esos sectores no les queda otra alternativa que convivir con el “malestar” que le genera la protesta social creciente, con gobiernos represores en una lógica de mal augurio incluso para sus propios intereses; o con el “malestar” que les provocan gobiernos contestatarios del statu quo, que los obligará a tolerar cuestiones que por intereses o razones culturales no estaban predispuestos a aceptar. 


Deberán “soportar que se les corra el límite de su tolerancia”, incluso en su propio beneficio, aunque no lo adviertan o comprendan. Está claro que el statu quo dejó de ser indiferente: genera gobiernos contestatarios; o en su defecto sociedades contestatarias. Cada uno se parará del lado que más le guste, pero no podrá evitar el clima de “molestia” con el que tendrá que convivir los próximos años. 


Hacer entender esto es uno de los desafíos políticos más importantes del momento. 


Que se comprenda masivamente esta realidad nos dará más fortaleza como sociedad y como país, porque promoverá un enriquecedor debate de fondo, capaz de ordenar la sociedad en colectivos amalgamados en comunes denominadores ideológicos.

A la oposición le hará comprender que debatir sobre la cadena nacional, si la Presidenta es más o menos simpática, si habla mucho o poco, es la carnada que generan algunos ideólogos de la anti-política, que desde el anonimato fijan agendas que nada tienen que ver en sustancia con los profundos intereses nacionales, perdiendo con ello la posibilidad de ordenarse con coherencia ideológica y propuestas superadoras, dejando además al sistema republicano sin una opción seria de alternancia democrática.

*Diputado Nacional (Mandato Cumplido)

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