En un nuevo aniversario, recordamos la familia

Se me ocurrió, para no caer en los acostumbrados recordatorios, darle una vuelta de rosca a la cosa. Así las cosas, en éste 2012, a ciento sesenta y dos años del fallecimiento de quién fuera sindicado por la historia liberal mitrista como "El Padre de la Patria", un hombre de bronce y con poco de humanidad, resulta interesante recorrer de lo que poco se habla: su familia.

Algunos pocos seguramente sabrán que de sus hermanos, hubo sólo uno que tuvo progenie masculina y que el último San Martín descendiente directo, falleció en Filipinas en 1945. Es un poco largo el rescate, pero me pareció interesante en esta fecha chusmear un poco sobre ésto, como así también recordar que durante los setenta dos años de existencia terrenal, tan sólo vivió seis en nuestra tierra, paradojas de la Argentina.

El matrimonio de Juan de San Martín y Gregoria Matorras tuvo cinco hijos, María Elena, Manuel Tadeo, Juan Fermín Rafael, Justo Rufino y José Francisco.
Pero la historia clásica no ha difundido a los integrantes de la familia de San Martín. La respuesta podría encontrarse en la necesidad de Mitre en construir un pasado liberal, privando de palabra a todo lo que representara lo contrario. Tal vez el San Martín de Mitre, sin ideas y capaz de sentarse a la mesa con Rivadavia, sea la respuesta. Porque si la correspondencia con sus hermanos, aportaba elementos contrarios al pensamiento liberal, era mejor que desaparecieran.
El libro “Los hermanos de San Martin” de Armando Puente, ha hecho un aporte brillante, reconstruyendo a la familia del libertador con documentación hallada en los archivos franceses y españoles. Para ese autor, Mariano Balcarce, el esposo de Merceditas, destruyo parte de la correspondencia privada de San Martín y le entregó a Mitre la referida a las cuestiones políticas. Esa es la razón por la cual no se conocen las cartas que San Martín pudo tener con sus hermanos y sus compañeros de armas de los años que vivió en España entre 1784 y 1812.
Balcarce fue diplomático en Francia durante más de 40 años, designado por Rosas, ratificado por Urquiza y por los gobiernos posteriores que incluyen a Mitre y si bien es una posibilidad que haya destruido parte de la correspondencia, no parece tener sentido sin una finalidad. Cual sería el interés de Balcarce para ocultar determinados documentos.
En mi opinión, Mitre recibió toda la documentación y fue quien selecciono la que le servía para su relato de la historia y oculto o destruyo lo demás. La desaparición del plan de Moreno y la obra de Saldías sobre Rosas, entre tantos otros, son antecedentes que permiten atribuirle el hecho, con mayores posibilidades de éxito que a Balcarce. Si se tiene en cuenta que durante los años de su exilio, San Martín mantuvo contacto con sus amigos a través de cartas, tratando de interiorizarse de lo que sucedía en su país, sin duda los documentos desaparecidos, deberían contener elementos de gran valor.

La mayor y la única mujer, María Elena de San Martín y Matorras, nació el 18 de agosto de 1771, en la Real Calera de la Vaca, Misiones del Uruguay. En 1784 llego a España con sus padres y sus hermanos, donde años más tarde se casaría con González de Menchaca, un militar español nacido en Barcelona, con quien tuvo una hija llamada Petronila. José de San Martín las incluyo a ambas en su testamento realizado. María Elena murió en Madrid en 1852, a los 81 años de edad.

Manuel Tadeo de San Martín y Matorras nació el 28 de octubre de 1772, también en la Real Calera de la Vaca, Misiones del Uruguay. Arribo a España con sus padres y hermanos, donde inicio la carrera militar. Por un confuso incidente fue condenado en 1801 a 8 años de prisión por un tribunal militar. Pero logro ser reintegrado en 1806. Participo en varias batallas enfrentando a las fuerzas napoleónicas, hasta que fue llevado a Francia prisionero, donde permaneció tres años. Una vez finalizada la Guerra de la Independencia fue ascendido a Teniente Coronel en 1815 y a Coronel en 1818. Estuvo al frente del Regimiento de León hasta 1826 y luego fue designado gobernador de la fortaleza de Pasajes en San Sebastián hasta que se retiro en 1828. Murió en 1851 en Valencia, España, soltero y sin descendencia conocida a los casi 79 años de edad.

Juan Fermín Rafael de San Martín y Matorras nació el 5 de febrero de 1774, igual que sus hermanos mayores, en la Real Calera de la Vaca, Misiones del Uruguay. En España también siguió la carrera militar. Se embarcó en la Real Armada en enero de 1797 y participó en la batalla de San Vicente contra la flota inglesa. Luego con la escuadra española aliada a la francesa permaneció en Brest hasta 1801. Cuando regreso a España fue nombrado Capitán de Caballería y trasladado a Filipinas, donde fue comandante de Húsares del regimiento Luzón y luego gobernador de Mindanao. Se casó en Manila, donde murió el 17 de julio de 1822 a los 48 años de edad. Fue el único de los hermanos San Martín que tuvo descendencia masculina, que se prolongó hasta mediados del siglo pasado, cuando su último descendiente murió en Filipinas en 1945.

Justo Rufino de San Martín y Matorras, nació en el año 1776 en Yapeyu. No se conoce la fecha exacta de su nacimiento, debido a que en 1817 los lusitanos destruyeron la ciudad y quemaron los precarios archivos de la parroquia. Por la misma razón tampoco existe la partida de nacimiento de José de San Martín. Justo Rufino llego a España con sus padres y hermanos y también se dedico a la carrera militar, ingresando en 1794, a los 18 años de edad, en la Guardia de Corps. Participó en el Motín de Aranjuez, golpe de Estado en el que Fernando VII depone a su padre Carlos IV. Acompañó al rey Fernando VII hasta la reunión con Napoleón en la farsa de Bayona. Defendió a Zaragoza en los dos sitios de los franceses. Tras la caída fue hecho prisionero, pero logro escapara cuando iba camino a Francia y formo parte de un cuerpo de comandos liderado por el general ingles Charles William Doyle, que lo nombró Teniente Coronel. Pero Fernando VII no le reconoció el grado otorgado por el inglés y se retiró como Capitán en 1821. Regresó con la revolución liberal integrando el cuerpo de Caballería, que le reconoció el grado de Teniente Coronel y como adjunto del marqués de Pontejos, pero al tomar el poder la facción más radical, junto a otros liberales moderados, terminaron exiliados en Paris. Justo Rufino murió en Madrid en 1832.

José Francisco de San Martín fue el único de los hermanos que regreso a América, en 1812. Vivió 3 años en Yapeyu, 3 años en Buenos Aires, 28 años en España, 12 años en América, de los cuales estuvo 5 en Argentina, 3 en Chile, 2 en Perú y 1 más en Argentina, y finalmente 26 en Europa, incluyendo Escocia, Bruselas y Francia, en cifras aproximadas.
Mientras vivió en América, entre los años 1812 y 1824 se mantuvo en contacto a través de cartas con sus hermanos. Con Manuel Tadeo, al que pretendía sumar a las filas el movimiento independentista ya que José Francisco consideraba a Manuel un militar de grandes cualidades, pero finalmente la propuesta no tuvo éxito. También con Justo Rufino, quien lo recibió en 1824 cuando el general viajo a Europa con su hija. Estuvieron juntos en Bruselas, que pertenecía en ese entonces al reino de los Países Bajos y en París hasta su muerte en ocurrida en 1832 cuando tenía 56 años de edad. Con María Elena y Manuel Tadeo también se mantuvo comunicado y a la primera la incluyo en su testamento junto con su hija. Sin embargo, la distancia y la temprana muerte de Juan Fermín, en Manila en 1822, impidieron el contacto y es muy probable que José Francisco haya desconocido que su hermano que residía en Filipinas tenía descendencia.

El testimonio ha sido "sustraído" del sitio Editorial Love

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