Un post distinto y ocurrente

Posteado por Nilda en su blog El no soy lo que debería. Fantástico y muy ocurrente! Gracias Nilda.


Claro que me hubiera gustado ver películas de terror, entonces, cuando no se necesitaban demasiados efectos especiales mas que unos buenos maquilladores y ganas de inventar en el cine.
Claro que me hubiera gustado pero siempre fui una pusilánime, una cobarde, una cagona, para decirlo con todas las letras. Pero en los cines había propagandas de otros films. Y yo iba al cine siempre. Una vez por semana con mis viejos y también algunos sábados con mis amigas al continuado durante el periodo que va de los once a que me puse de novia.
Ademas, los ciclos de cine de terror de la tele, que te traían el cine de clase B de los 50 y los sesenta.
No, eso tampoco lo veìa. Cagona es mi excusa y mi descargo.
He leído, eso sí, con placer morboso, a Stephen King, con sus niños zombies encerrados en heladeras olvidadas en basurales, con todo esos bebes cadaveres que vuelven con pasos barrosos, y marcianos y todo lo que ud. pueda temer con horror y deleite.
El cine de terror dice la Verdad ¿que verdad?La de nuestras fantasias inconscientes: viene de lo humano y es funcional a lo humano. Quiero decir no hay peor monstruo que el propio padre, no hay mejor santa que la madre idealizada. Lo idealizado y lo denigrado provienen de imagos parentales y no me voy a meter con eso porque quiero hablar de los usurpadores de cuerpos.
El año que yo vi la luz en devastado hospital público del conurba, 1956, apareció en las matinees y en las secciones vermouth, inclusive en el dia de damas (me gusta pasear por estos conceptos olvidados) la película de la Invasión de los usurpadores de cuerpos, de Don Siegel.
Una película clase b, hoy un clásico, donde aparecían unas vainas y adentro de esas vainas… a ver, lo copio del wiki para resumir: Veamos.
La película narra una invasión extraterrestre en la que esporas provenientes del espacio exterior dan origen a vainas, de las que surgen copias idénticas de seres humanos. La intención de estos extraterrestres es reemplazar a toda la raza humana por copias carentes de cualquier tipo de sentimiento.El doctor Miles Bennell, un médico de provincias que regresa al pueblo de Santa Mira tras un congreso médico, se encuentra con una situación extraña: algunos de sus pacientes acuden a él asegurando que un pariente cercano (padre, hermano, cónyuge…) no es quien dice ser, que tiene su apariencia y sus recuerdos, pero que carece de sentimientos. Al cabo de uno o dos días ese mismo paciente acude a la consulta asegurando que todo ha vuelto a la normalidad y que no hay nada de qué preocuparse.En mitad de una cena en un restaurante misteriosamente vacío, Bennel recibe la llamada de un amigo que, sin dar detalles, le pide que acuda a su casa. Al llegar, el amigo y su mujer le muestran un extraño cadáver: un cuerpo con la complexión de un adulto, pero sin rasgos definidos, ni tan siquiera huellas dactilares.Con una tensión creciente, se descubre que los habitantes del pequeño pueblo de Santa Mira están siendo sustituidos por réplicas que nacen en unas misteriosas vainas, sin procedencia verificable; una invasión implacable e invisible. 
La lectura crítica de esta película la asocia con el temor paranoico que los norteamericanos tenian entonces al comunismo, al peligro amarillo y en estos tiempos a los musulmantes o a cualquiera que ellos definan como lo Otro y decidan hacer mierda, como vienen haciendo desde que se creo esa brava nación de invasores criminales que asientan su poderío en la aniquilación de los que no son ellos.

No me quiero cebar hablando de los USOS (porque si los de la union sovietica son ursos, yo podria tomar la libertad de decir que los de la USA son USOS) porque quiero hablar del peronismo.

Invasión zoológica decían en los cincuenta, negros de mierda, siempre. El problema es que el kirchnerismo tambien ataca a los seres comunes. Entonces los seres comunes somos reemplazados como kirchneristas. Y yo, que nunca fui peronista, ahora -por via de alguna vaina arrecha- me he convertido en eso.
Hay que echarle la culpa a los usurpadores de cuerpos, porque ya soy kirchnerista.




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