El problema no es $ 29

Los cambios en el impuesto revalúan las tierras de forma que su valor fiscal pasará a representar alrededor del 50 por ciento del precio de mercado. Los dueños de los campos pasarán de pagar 47 pesos en promedio por hectárea a pagar 76 pesos, al tiempo que los cambios reintroducen aspectos progresivos en el tributo: quienes concentran más tierra pagan más y quienes poseen los campos más rentables, también. El 62 por ciento de las partidas que hay en la provincia pagarán lo mismo o menos por el impuesto inmobiliario rural. 
Los cambios en la valuación del patrimonio de los propietarios de los campos los llevarán, en muchos casos, a pagar ganancia mínima presunta y bienes personales a nivel nacional.
El decreto haría recaer en el Ejecutivo el costo político de una pelea con las corporaciones agropecuarias.

A vos te digo, si no querés que te chicaneen más, jugatela y sacá el decreto de una vez, cerranos la boca y demostrá de que lado estás. 
Terminemos con ésto de una buena vez! 

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