Nido de golpistas

Leemos en el excelente sitio DsD, la siguiente información, que más allá de la denuncia de Fopea y de Palabra 54, debería tener un rechazo aún mayor.


El Editorial de LA NUEVA PROVINCIA
GuerraPara neutralizar primero y abatir luego a quienes expresamente postulaban, en la década del setenta del siglo pasado, la guerra como atajo revolucionario y la consigna de matar y morir como lema de militancia, algunos miembros de las Fuerzas Armadas --incluidos los oficiales de la Marina que acaban de ser injustamente condenados-- recurrieron a métodos crueles. Pero más allá de los espantos de cualquier guerra, jamás renunciaremos a vocear a los cuatro vientos, para provecho de tantos desmemoriados, que por fortuna la guerra contra la subversión setentista se ganó. La ganaron nuestras Fuerzas Armadas y conjuraron así el peligro de todas aquellas cosas que iban a ocurrir en caso de perderla (y de las que hoy nadie se preocupa porque no llegaron a ocurrir). Perderla, aún con métodos mejores, habría sido catastrófico. Porque los derrotados deseaban emular a Fidel Castro, a Mao y a Lenin y convertir a la Argentina en otra Cuba.
La crónica:


El Foro del Periodismo Argentino (Fopea) difundió ayer un comunicado en el que “rechaza terminantemente los conceptos vertidos en la nota editorial del diario La Nueva Provincia, fechada el 30 de octubre de 2011. Este repudio formal se basa en la consideración de que el medio de comunicación sobrepasó los límites constitucionales de la libertad de expresión (derecho constitucional que Fopea comparte y defiende), para incurrir en una apología del delito al intentar justificar la utilización de métodos crueles e inhumanos en la represión ilegal ejecutada sistemáticamente durante la dictadura militar sobre amplios sectores de la sociedad, según se dispone en sentencias dictadas por numerosos tribunales del país”.
Hace diez días, el colectivo de periodistas Palabra 54 también se había pronunciado contra el texto del diario bahiense. 


En la editorial, La Nueva Provincia admite que hay métodos legales de represión de los delitos, pero insiste en su argumento apologético de los crímenes de lesa humanidad al señalar que su aplicación hubiese sido catastrófica, en una nueva ratificación de su posición sobre este tema, más allá de la opinión sobre si una condena puntual es justa o injusta.

Desde sus inicios, FOPEA se pronunció en defensa de la democracia y de la legalidad institucional, lo que abarca la responsabilidad del Estado y de quienes ejercen su conducción coyuntural en el respeto de normas fundamentales, especialmente cuando se tratan de la preservación de los derechos naturales al hombre, como su vida, su dignidad y su situación física. La lucha por los derechos humanos debe ser un objetivo irrenunciable de la ciudadanía toda y está en el espíritu de FOPEA, lo que fue ratificado en su Asamblea general de socios realizada el 3 de noviembre en la Ciudad de Buenos Aires.

Después de un profundo análisis de la publicación, con el consecuente diagnóstico de la asesoría legal de FOPEA, nuestra organización plantea su rechazo a este editorial. Más allá de que como organización que defiende la libertad de expresión propugnamos para que todas las voces tengan el derecho a plantear sus posiciones de acuerdo a su conciencia, esa posibilidad no puede ser utilizada para reivindicar el accionar criminal del terrorismo de Estado como tampoco para desconocer lo dictado por la Constitución Nacional, porque todo eso es violatorio de la ley.

Además, FOPEA se solidariza con los trabajadores del diario que pudieran haberse sentido ofendidos en sus más profundas e íntimas convicciones por esos planteos, pero que por su trabajo como empleados de la empresa no pudieron hacer visible su desacuerdo. Vale recordar que en el diario La Nueva Provincia hubo dos trabajadores de prensa, Enrique Heinrich y Miguel Ángel Loyola, que fueron desaparecidos durante la última dictadura militar, cuyos métodos criminales son reivindicados por esta editorial de dicha publicación.


El periodismo que reivindica atrocidades de Estado

A un año del texto negacionista con el que el diario La Nueva Provincia procuró tergiversar el papel histórico del fallecido jefe de represores Emilio Massera, ese medio de la ciudad de Bahía Blanca intenta una vez más falsear los hechos para reivindicar el accionar de marinos responsables de atrocidades.

A contramano de la mayoría de la sociedad, La Nueva Provincia reitera tópicos aberrantes para enmascarar el legado de una dictadura con la que la empresa editora ha tenido una histórica e inquebrantable afinidad. Esa lealtad se tradujo el domingo pasado en la defensa de 16 represores de la Escuela Superior de Mecánica de la Armada, quienes fueron "injustamente" condenados por un tribunal federal, según la consideración del periódico bahiense.

Como lo hiciéramos hace un año, los abajo firmantes, periodistas y docentes que integramos la red de debate Palabra 54, expresamos nuestra solidaridad con las víctimas de la dictadura de Bahía Blanca, en especial con las familias de los trabajadores gráficos desaparecidos y asesinados Enrique Heinrich y Miguel Angel Loyola, quienes se desempeñaban en La Nueva Provincia. Nos solidarizamos también con los colegas del multimedios de la familia Massot que no pueden expresar su desacuerdo con la línea editorial.

A la vez, entendemos que es una buena ocasión para que entidades empresariales reivindiquen su conocido compromiso con la democracia expulsando de su seno a medios que militan en favor de la dictadura. Nos resulta inimaginable que, por ejemplo, una asociación de prensa de Alemania mantenga la membresía de un diario que propague las falsedades del régimen de Adolf Hitler.

Adrián Camerano - Ushuaia; Jorge Hirschbrand - Mendoza; Miriam Lewin - CABA; Guillermo Fontana - CABA; Elio Brat - Neuquén; siguen más firmas..

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