Como se rejuntan
Por Conurbanos
Los Sicarios de Fibertel
De movida, el nombre de "Jorge Argentino Patricios" me dibuja una sonrisa en la cara. No tengo el gusto de conocerlo personalmente, pero supongo que con el nombre que lleva, Don Jorge Argentino debe ser una persona con convicciones fuertes. Un tipo que realmente se la debe jugar por aquellas cosas en las que cree.
Lástima que a al señor Patricios le tocó vivir en esta sociedad tan ideologizada y desconfiada, donde cada acto que realiza una persona, enseguida es sospechado de estar sostenido por algún interés espurio.
En el día de ayer, Jorge Argentino Patricios inició un juicio sumarísimo en el Juzgado Civil y Comercial N° 6 de la Ciudad de Buenos Aires, como damnificado por la Resolución 100 de la secretaría de Comunicaciones.
Palabras más, palabras menos, el señor Patricios considera que el servicio que le presta Fibertel es excelente, por lo cual pretende contar con la posibilidad de seguir contratando a esta empresa como prestadora del servicio de internet.
Además de ser un ferviente consumidor de Fibertel, Patricios se dedica a criar Aberdeen Angus y es socio de la Sociedad Rural Argentina. Todo bien, cada cual elige la representación gremial que mejor le conviene.
Para llevar a cabo su aventura judicial, Jorge Argentino contrató los servicios del joven abogado Luciano M. Lorenzetti, quien casualmente también es cliente de Fibertel. Al menos eso es lo que se desprende de su cuenta de correo electrónico: lucianolorenzetti@fibertel.com.ar
Lorenzetti es, además, asesor legal del Ministerio de Educación del Gobierno del Ciudad de Buenos Aires, cargo al que llegó gracias a su militancia en la Fundación Creer y Crecer, la usina generadora de los famosos "equipos técnicos" que prometía el macrismo antes de ser gobierno en la Capital Federal.
Entonces, y con todo respeto por los señores Patricians y Lorenzetti: ¿La empresa lanzó una promo "defendenos en tribunales y te bonificamos los tres primeros meses"?
Si es así, no sean canutos y avisen, porque puede haber mucha gente que quiera prenderse.
Los Sicarios de Fibertel
De movida, el nombre de "Jorge Argentino Patricios" me dibuja una sonrisa en la cara. No tengo el gusto de conocerlo personalmente, pero supongo que con el nombre que lleva, Don Jorge Argentino debe ser una persona con convicciones fuertes. Un tipo que realmente se la debe jugar por aquellas cosas en las que cree.
Lástima que a al señor Patricios le tocó vivir en esta sociedad tan ideologizada y desconfiada, donde cada acto que realiza una persona, enseguida es sospechado de estar sostenido por algún interés espurio.
En el día de ayer, Jorge Argentino Patricios inició un juicio sumarísimo en el Juzgado Civil y Comercial N° 6 de la Ciudad de Buenos Aires, como damnificado por la Resolución 100 de la secretaría de Comunicaciones.
Palabras más, palabras menos, el señor Patricios considera que el servicio que le presta Fibertel es excelente, por lo cual pretende contar con la posibilidad de seguir contratando a esta empresa como prestadora del servicio de internet.
Además de ser un ferviente consumidor de Fibertel, Patricios se dedica a criar Aberdeen Angus y es socio de la Sociedad Rural Argentina. Todo bien, cada cual elige la representación gremial que mejor le conviene.
Para llevar a cabo su aventura judicial, Jorge Argentino contrató los servicios del joven abogado Luciano M. Lorenzetti, quien casualmente también es cliente de Fibertel. Al menos eso es lo que se desprende de su cuenta de correo electrónico: lucianolorenzetti@fibertel.com.ar
Lorenzetti es, además, asesor legal del Ministerio de Educación del Gobierno del Ciudad de Buenos Aires, cargo al que llegó gracias a su militancia en la Fundación Creer y Crecer, la usina generadora de los famosos "equipos técnicos" que prometía el macrismo antes de ser gobierno en la Capital Federal.
Entonces, y con todo respeto por los señores Patricians y Lorenzetti: ¿La empresa lanzó una promo "defendenos en tribunales y te bonificamos los tres primeros meses"?
Si es así, no sean canutos y avisen, porque puede haber mucha gente que quiera prenderse.
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