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Marcha opositora.Reflexión de NEC

Me importa una infinita cantidad de carajos tener el más mínimo grado de   consenso con esta gente. E. Aliverti Continúan y continuaran los análisis sobre la marcha del pasado jueves. Al respecto, esta entrada, abre con una de las frases de Eduardo Aliverti de su columna de opinión del sábado en el programa Marca de radio. Suele pasarme -como a muchos- que encuentro en las lecturas de blogs -rara vez en los grandes medios- reflexiones que representan cabalmente mi pensamiento, por eso, para que no anden paseando de página en página les presento un compendió de lo que creo son las mejores visiones sobre el caso. La primera, tiene que ver con partir de la base que el principal problema lo tiene la "oposición" -en términos de representatividad- y no el gobierno. Es evidente que la gente que ha salido a las calles -dejando de lado las minorías recalcitrantes, despóticas y gorilas- no encuentra un canal de representación, por esa razón, la protagonista sigue siendo Cr...

A mi no me paga nadie

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por tener este blog. Aclarado esto, debo decir que a vos, si te pagan por escribir en la tribuna de doctrina. Por consiguiente, aquello que una vez creíste e increíble que hoy no ¿entiendas?  o sí? Al igual que TU colega SANATA, por tarasca, hay lugares desde donde no se vuelve. Esto es el colmo de lo soportable:  “Es terrible lo que voy a decir… Videla, lo que dijo, es cierto… Acá no hay justicia, hay venganza”  Lo dijiste vos, si te gusta el durazno, bancate la pelusa, decrépita. No pienso perder más tiempo con vos. Si la envidia fuera tirria, así era no? 

Se sacan solos

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No se a vos, pero a mi me pasa que: Me gusta cuando noto que empiezan a ponerse nerviosos. Me gusta cuando empiezan a insultar.  Me gusta cuando se creen en un escalón más alto y resulta que están bien abajo.  Me gusta que se caigan las caretas de carnaval que llevaron toda su vida.  Me gusta que el pueblo pueda ver la miserabilidad de algunos "tipos/as". Durante décadas, hemos tenido que aguantar -los que se lo quedaban viendo- la falta de respeto, el egocentrismo, su misoginia, su machismo, sus gatos y sus "juegos del orto". Pero sobre todo, la soberbia de crerse más de lo que son.  Las sentencias o máximas populares no suelen ser equivocadas. Así como por el resto de su vida, Tachuela deberá llevar sobre su esplada ser sospechoso en cuanta "revuelta" y/o "quilombo social" surge repentinamente o huele a "estofado podrido", este personaje, no fue gratuitamente denominado "el padrino". Como decían ellos pero distinto por a...